El movimiento slow life es una filosofía de vida, una manera de entender el mundo que nos rodea y el día a día.
Slow life = vida lenta, literalmente. Significa tomarse la vida de otra manera, lejos de la prisa que envuelve nuestro día a día; disfrutar de cada acción, momento y persona.
El movimiento slow life significa saber parar, dejando de lado la vorágine del mundo que nos rodea. Significa saborear un presente efímero al que no solemos dedicarle mucho tiempo. Y esta filosofía de vida se extiende a todos los ámbitos de la vida.
El ritmo de vida actual es insostenible y perjudicial. Esto es a causa de la priorización del trabajo sobre el resto de aspectos de la vida, un ritmo de vida acelerado que no nos deja reflexionar, haciéndonos vivir a la carrera. Por lo tanto, el movimiento slow life cree en el pequeño comercio, en los productos de temporada, en la ropa hecha de manera artesanal, etc…
Los beneficios de bajar el ritmo en nuestro día a día son muchos: mayor salud física y mental, más vitalidad y energía, mejora de las relaciones familiares y sociales, mayor productividad, más ahorro…
En resumen, practicar la slow life nos hace más felices. Por ello, vamos a ver 6 pequeños consejos:
Detenerse y observar las pequeñas cosas cotidianas: No dejarse llevar por el acelerado ritmo de vida actual que nos impide apreciar aquello que realmente nos hace felices y que nos impide disfrutarlo.
Disfrutar del tiempo en la naturaleza, al aire libre: La naturaleza lleva su propio ritmo, nos invita a la contemplación de su majestuosidad y nos ayuda a bajar el ritmo. Por ello, reservar tiempo para disfrutar de la naturaleza es fundamental para una vida más sosegada.
Cuidar las relaciones personales: El ritmo de vida acelerado, las grandes ciudades, las redes sociales… Cada vez es más difícil conectar con las personas que nos rodean. La comunicación y la escucha son pilares fundamentales para una vida tranquila.
El silencio, nivel de ruido bajo: Los ruidos estridentes, los volúmenes demasiado elevados, el ruido constante… todas estas cosas nos ponen más nerviosos y nos incitan a ir más rápido. En una vida tranquila, el silencio es un bien preciado.
Producto local y de temporada: Consumir alimentos sanos, locales, de temporada. La alimentación es una pieza fundamental de nuestra salud y de nuestra felicidad.
Trabajar para vivir: El trabajo sólo tiene sentido como medio de vida. El trabajo es importante porque nos sirve para realizarnos, nos permite vivir con bienestar y nos facilita conseguir nuestros proyectos vitales. Pero dicho esto, el trabajo no lo es todo.
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